Vivimos semanas de vértigo en la Corte Suprema. Lo que podría haber sido una transición relativamente ordenada de la Corte de 4 miembros hasta el nuevo período presidencial, se complicó con el fracaso de la postulación de Carlés y la estrategia preventiva de la Corte Suprema frente a una eventual ampliación del número de sus miembros. Dicha estrategia consistió, en sus puntos más notables, en la desarticulación de la lista de conjueces y en el mantenimiento del status quo cortesano con la reelección anticipada de Lorenzetti como Presidente del Tribunal. Esta decisión careció de la fundamentación adecuada -considerando especialmente su excepcionalidad- y fue discutida en cuanto a sus fines y sus modos. Horacio Verbitsky, este pasado domingo en Página 12, puso en cuestión la veracidad misma de los actos del Tribunal:
«Lo que Lorenzetti no explica, ni por sí ni por terceros, es la falsedad inserta en las últimas Acordadas del tribunal, cuando se sostiene que la rrrrelección de su presidente fue firmada por sus ministros el martes 21, “en la Sala de Acuerdos del Tribunal” y “frente a la próxima conclusión del mandato”. El mandato recién terminaba a fin de año, y el débil trazo parecido a la que fuera la firma de Carlos Fayt no fue hecho en la Sala de Acuerdos sino en su domicilio de Recoleta, hasta donde le llevó la resolución el titular de la Secretaría 5ª de la Corte, Cristian Sergio Abritta. Dado su deterioro cognitivo, Fayt no está en condiciones de estudiar ningún expediente, tarea que delega en sus colaboradores. Nadie en la Corte ignora esta situación que Lorenzetti admite en diálogos privados pero oculta del escrutinio público.»
Ayer por la tarde comenzaron a circular los rumores acerca de la renuncia de Lorenzetti a la Presidencia, decisión que le habría manifestado a sus colegas Highton y Maqueda. Que era ahora, que era para el próximo período, que se la iban a rechazar. Clarín afirmaba que «fuentes del tribunal señalaron que -de concretarse- ese planteo sería rechazado, por lo que podría asumir su cuarto período de tres años como presidente de la Corte, el año próximo.» Lorenzetti se presentó en la Feria del Libro para dar una conferencia sobre el nuevo Código Civil y Comercial pero rechazó hablar sobre el tema. Ultima oportunidad para hacerlo antes del Acuerdo de la Corte Suprema del próximo martes 12, ya que hoy partiría de viaje por motivos académicos y no habría novedades ni decisiones hasta ese momento. Adrián Ventura, en La Nación, certifica la veracidad de los rumores y atisba la razón de la renuncia: el «cansancio moral»
«En una fuerte jugada política y para posicionarse mejor frente a los embates del Gobierno, el juez Ricardo Lorenzetti les anunció ayer a sus colegas Elena Highton y Juan Carlos Maqueda que siente «cansancio moral» y que está dispuesto a renunciar a la presidencia de la Corte Suprema a partir del 1° de enero próximo. Sin embargo, los jueces le habrían reiterado su confianza para que continúe en el cargo.»
Pagina 12, a través de la pluma de Irina Hauser, afirma que la decisión de renunciar se habría hecho expresa en una carta que Lorenzetti le habría enviado a Horacio Verbitsky donde decía que «le daba el “inmerecido privilegio” de tener la primicia de la información» y «aseguraba que dejaría el cargo ahora, que quedarían Highton como presidenta y Maqueda como vice hasta fin de año, y que estimaba que para ese entonces la Corte tendría otra composición y serían elegidas otras autoridades». La nota discute el «agobio y cansancio moral» aducido por el Presidente y evalúa distintas posibilidades que se derivan del anuncio:
«El relato transmitido a los medios decía que él les pidió a sus colegas que lo suplanten, pero que no quieren, y que le insistieron en su continuidad, por lo cual acordaron volver sobre el asunto en el próximo plenario. Una posibilidad es que todo se trate de una suerte de “operativo clamor” destinado a conseguir respaldo de sus pares y otros sectores de la familia judicial. En la línea transmitida por los voceros del tribunal, Clarín anunciaba ayer mismo que la renuncia sería rechazada por los otros supremos. Así, si Maqueda y Highton se niegan a agarrar el timón, podría quedar legitimada de hecho la continuidad de Lorenzetti. Otra posibilidad es que haya un reconocimiento real de que hubo anomalías en la re-re-re y que se estén evaluando salidas negociadas en un contexto en el que de por sí el funcionamiento de la Corte es deficiente, con sólo tres miembros plenamente activos y Fayt que hace casi un mes no concurre al Palacio de Justicia, según confirman fuentes supremas.»
Se viene una semana de múltiples conjeturas para la Corte Suprema, por la centralidad que la Presidencia de Lorenzetti ha adquirido en el perfil del Tribunal y la dificultad de encontrar un reemplazante para esa función. La solución más prudente parecería ser volver a fojas cero sobre la elección anticipada, que Lorenzetti termine su mandato actual y evaluar en diciembre, con un nuevo Presidente de la Nación y un nuevo Congreso, quien será el Presidente para el período 2016-2019. Porque, después de todo, seguimos sin saber a qué vino tanto apuro…
Foto: ArTeTeTrA / Source / CC BY-NC-ND
La conducta de Lorenzetti es inexplicable porque si pretendía un operativo clamor, lo que pone en evidencia es la anemia institucional de una Corte en la que sus miembros dan cuenta de una falta de idoneidad y compromiso para asumir las responsabilidades institucionales que la integración de ese órgano conlleva. Porque de un lado tenemos a un presidente declinante por «cansancio moral» y, del otro, a tres jueces prescindentes, ninguno de ellos dispuesto a representar institucionalmente -tras 10 años de mandato cuanto menos- el órgano que integran. Todo esto sin contar la gravedad que supone que haya un miembro inhábil -que no puede ni dar la cara para demostrar que la acusación es infundada-, que tengamos una corte delibery, que haya acordadas truchas y se falseen los hechos y los fines en los propios actos institucionales del tribunal, para garantizar la relección indefinida de su actual presidente.
Esta Corte parece idónea para pegarle al Gobierno, pero no para recibir los embates, tanto del propio gobierno como de la propia sociedad a la que también debe respuestas. Entre ayer y hoy, Lorenzetti ha demostrado que sus brillos sólo son posibles gracias a la coraza que protege aún a la corporación judicial y al blindaje de los medios de comunicación.
Valentín : El tema es mucho más grave .Horacio Verbitsky afirma que a Fayt, el titular de la Secretaría 5ª de la Corte, Cristian Sergio Abritta le llevó a firmar a su domi cilio la Ac 11/2015 y el fallo Aparicio, Ana Beatriz y otros e/ EN -CSJN- Consejo de la Magistratura – art. 110 s/ empleo público».
No dice si Cristian Sergio Abritta también le llevó afirmar,las 2 sentencias dictadas en la misma fecha en los casos CSJ 213/2012 (48-V)/CS1 RECURSO DE HECHO «Verga ra,Carlos Martin y otros e/ Superior Gobierno de la Provincia de Córdoba s/ ordi nario» y CSJ 658/2011 (47-D)/CS1D. G. I. c Iberá S. A. Inversiones y Mandatos s/cobro de pesos».
Si no se le hubiera llevado a firmar estas 2 sentencias, la firma a Fayt debió ser scaneada, tarea de la que se encargaba en la época menemista Sergio Cristian Abritta