Si uno leyera esta simple resolución firmada por Ricardo L. Lorenzetti el 23 de febrero pasado. pocas son las conclusiones que podría expresar más allá del aburrido «ajá» ante un trámite administrativo. Sin embargo, señala Hugo Alconada Mon en La Nación que la licencia otorgada en ese acto a la Jueza de la Cámara de Casación, Angela Ledesma, tiene una importancia política fundamental. En efecto, ante las diferencias entre los otros dos jueces de la Sala I de la Cámara Nacional de Casación Penal -Juan Carlos Gemignani y Luis María Cabral-, Ledesma es el voto decisivo en la causa que analiza la constitucionalidad del Memorándum de Entendimietno con la República Islámica de Irán. Dice así:
«El tercer y decisivo voto es, por ahora, el de Ledesma, quien también considera endeble la posición de la Casa Rosada, pero con la que mantiene una buena sintonía. Y por ese motivo busca postergar la decisión o apartarse del expediente que se encuentra desde noviembre pasado a la espera de que la propia Ledesma -como presidenta de la sala- convoque a la audiencia prevista en el Código Procesal Penal para ese recurso.
La tensión entre los camaristas llegó a tal punto que Ledesma solicitó una licencia por «estudios» por cuatro meses que Lorenzetti le concedió el 23 del mes pasado -con una velocidad inusual-, pero efectiva recién desde el próximo martes, por lo que Ledesma decidió también enviar una consulta a las Naciones Unidas (ONU) que podría postergar el fallo durante meses o, incluso, años.»
Si bien Groucho Marx nos recordaba que «a veces, un cigarro no es nada más que un cigarro», esta noticia parece desmentirlo. En ocasiones, una licencia por estudio no es solamente una licencia.
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Excelente «perlita».
Valentín:
Me emocionó la cita final de Groucho Marx. Es mi ídolo. Aún quiero ser como él cuando sea grande.