El título puede resultar extraño, acostumbrados como estamos a escuchar hablar de la sobrecarga de trabajo que tiene la Corte Suprema y los múltiples problemas que ello genera (delegación, baja de la calidad jurídica, etc.). Más que extraño deberíamos decir que el acápite es capcioso, ya que es verdad que la Corte Suprema «escribió» 271 sentencias si por «escribir» una sentencia entendemos lo mismo que el tribunal norteamericano hace cuando resuelve 70 casos en un año. O sea, si limpiáramos aquellas decisiones que rechazan la intervención de la Corte, sea por fórmulas (280, acordada 4/07, etc.) o por sentencias interlocutorias o providencias simples, o aquellas en las que el tribunal entiende pero son cuestiones de competencia, aclaratorias/revocatorias o la decisión simplemente remite a un precedente, ¿cuántas sentencias, de las que leemos comentarios en este blog, quedarían? Hete aquí las 271 del título, o sea, las sentencias en las que la Corte Suprema desarrolla los fundamentos, donde más propiamente «escribe».
Esta información surge de una noticia del Centro de Información Judicial, de mediados de febrero de 2015 (La Corte Suprema difundió información estadística sobre expedientes resueltos por el Máximo Tribunal) en la que se nos acercan tres hojitas con cuadros de información sustanciosa. Un néctar estadístico, que aquí les acercamos y les pedimos que, si tienen tiempo y ganas, comparen con la información que aparece en la Página de la Oficina de Estadísticas de la propia Corte. Esta última, mucho más completa, es sin embargo incomprensible y no permite lo que la actual hace en un simple pantallazo: tener idea de en que emplea su tiempo y recursos nuestro máximo tribunal. Así, por ejemplo, sabemos que la Corte Suprema emitió en 2014 un total de 10125 sentencias, de las cuales más de la mitad (5780) fueron rechazos por fórmula al pedido de que intervenga. O que 1546 de las sentencias de fondo, remitieron a precedentes de la misma Corte. Ese 2,5% del total de sentencias al que dedicamos el título, que son las que habitualmente conocemos -salvo que seamos una de las partes o sus abogados- , puede parecer exiguo. Es, sin embargo, un número más elevado que en años anteriores (199 en 2013 y 155 en 2012).
Un aplauso para la Corte, no tanto por estas 271 sentencias, sino por dar a conocer cifras estadísticas usables y útiles en nuestra comprensión del funcionamiento real del Tribunal.
Podrían hacer lo mismo con las casi por completo inútiles estadísticas del poder judicial de la nación, diseñadas hace más de dos décadas que no permiten siquiera saber, en el caso de la justicia penal, cuantas personas están detenidas, cuanto duran los procesos o discriminar las sentencias según la clase de veredicto.
Gracias por volver !!!
Buenísima la información Valentín. Supongo que dentro de las 271 sentencias hay casos en los que medió remisión al dictamen de la Procuración, no?