Todo sobre la corte

Pronto Despacho (en la causa Clarín)

By noviembre 28, 2012junio 9th, 2020No Comments

El placer por lo dulce (discurso) puede hacer que aparezca un granito en la nariz (el 7D). Y la Corte, coqueta como es, no va a estar descuidando su imagen. Ayer hizo una aparición que los diarios interpretaron a la luz del impacto que le produce a los dos contendientes de la guerra de grupos. Página 12 enfatizó que la Corte se negó a extenderle la cautelar a Clarín, Clarín que para la Corte habrá denegación de justicia si no hay un fallo definitivo en tiempo oportuno. La Nación, más informativa, resalta que la Corte llamó a la acción. El Cronista hizo lo mismo, pero destacando que la Corte evitó tomar partido. Este breve comentario, en la línea del Cronista, pondrá el foco sobre la estrella y no tanto sobre las partes. ¿Cómo se interpreta el acto a la luz de la estrategia que tiene la Corte para cuidar su propia imagen y salir bien parada del 7D ?

Como el corderito de la foto, la Corte estaba cercada entre el mecanismo que ideó para incentivar fallos definitivos mediante la limitación de cautelares, dos partes difíciles, el reciente per-chantum y el pedido de Clarín ante la Corte para que extienda provisoriamente la medida cautelar ya que el mismo requerimiento de tutela no puede ser resuelto en en las instancias inferiores porque las recusaciones, excusaciones y renuncias no permiten conformar la Sala I en lo Civil y Comercial Federal.  Las 7 togas pusieron el disco de los Rolling Stones y al compás de «between a rock and a hard place» ordenaron (y después lograron) la inmediata conformación de la Sala I con los jueces Morán y Duffy. Mostrándose proactiva y comprometida, la Corte se sacó de encima el plato picante que Clarín le ponía enfrente. No le iba a extender la cautelar sino que ratificaría sus anteriores actuaciones:

«Que la Corte ha dicho que en el sub lite se debe dictar una sentencia de fondo y no cautelar, así como que la falta de un pronunciamiento final como el indicado dentro de un plazo razonable implica una clara denegación de justicia (sentencia del 22 de mayo de 2012, voto de la mayoría -considerandos 6′, párrafo 2′, y 8′, párrafo ‘-), derecho que asiste todos los ciudadanos por igual.»

Con esa ratificatoria, le pidió al juez de primera instancia que falle en tiempo oportuno sin dejarse distraer por incidentes que planteen las partes o «terceros» como el AFSCA. Para ello no solo le sugirió usar sus facultades para evitar y sancionar obstrucciones y comportamientos reñidos con la buena fe procesal, sino que habilitó días y horas inhábiles y requirió que ya se vayan haciendo legajos de copias en la Sala I  Civil y Comercial Federal para el caso de que fueran necesarias y requeridas por el juzgado de primera instancia.

La Corte ha dejado un claro guiño a la posible responsabilidad del Estado por una deficiente prestación del servicio de justicia, si es que don Alfonso no falla en tiempo oportuno y de allí se derivan perjuicios para Clarín. Lo hizo, además, salvando su propio pellejo. La Corte se muestra haciendo todo lo que correspondía, arremangándose para que haya un fallo antes del 7D. Ahora todo depende de Don Alfonso, al cual la propia Corte le pide pronto despacho. Si hay un fallo, cualquiera sea éste, la Corte queda en la historia como quién combatió eficientemente el abuso cautelar; como una Corte comprometida con el servicio de justicia e incluso se ataja de un eventual per-saltum. Ese granito en la nariz que es el 7D y que hoy le trae a la Corte alguna preocupación, puede quedar rápidamente en el olvido sin quitarle un ápice del glamour que la opinión pública le concede.

¿Y si no hay fallo en tiempo oportuno? ¿Y si el 7D que impuso la Corte termina por mostrar que también se puede hacer un abuso de la no cautelar, un abuso del criterio restrictivo para conceder cautelares frente a actos administrativos, un abuso del postulado que los presume legítimos e inconvenientes de ser frenados, o del falaz postulado que presume que el Estado es solvente y buen pagador? La Corte tampoco quedaría mal parada si su accionar se presenta comprometido con un estándar de lo que considera eficiente servicio de justicia (independientemente de que otros logren que se dé o no) y si demuestra que hizo lo que estuvo a su alcance para que el accionar de la justicia lo alcance o, de no ser el caso, repare los eventuales perjuicios que dichas deficiencias pueden ocasionar. En fin, para mi la Corte tiene la muñeca para salir de la encrucijada sin quedar expuesta.

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