(*) Este deseo de Felices Fiestas (en adelante el «Saludo») de parte nuestra (el «Remitente») pretende ser de carácter genérico. «Fiestas» se ha dejado expresamente como término indefinido. Esta fiesta puede incluir, pero no se limita a la Navidad, Janucá, Kwanzaa, el Año Nuevo, Saturnalia, Reyes, o incluso el cumpleaños de Elvis Presley (8-1-1935 – «Elvis» es una marca registrada de Elvis Presley Enterprises, Memphis, TN). Además, el destinatario de este saludo (el o la «Receptor»), puede insertar su propia fiesta en esta felicitación, ya sea explícita o implícitamente, o excluir toda fiesta si él o ella así lo desea. Si el Receptor no celebra días festivos durante el período objeto de felicitación, que discurre entre mediados de diciembre de 2011 y las primeras semanas de enero de 2012 (el «Período de felicitación»), el Receptor puede considerar el presente como un saludo meramente general, un simple deseo de buena ventura y alegría, adecuado para cualquier época del año o tiempo.
El Saludo de ninguna manera debe ser interpretado como garantía, ni garantiza la felicidad o alegría durante el Período de felicitación. Tampoco garantiza unas fiestas simplemente aceptables o decentes, sin la presencia de rencillas, discusiones, corridas de último momento u otros episodios susceptibles de alterar el grado de felicidad deseado. Tampoco asegura la existencia de hielo, bebidas frías, el punto ideal de cocción, la compañía deseada ni el regalo pretendido. Las listadas son meramente enunciativas y no pretenden limitar ni excluir la infinidad de supuestos que minen el pretendido deseo de felicidad. El Saludo se considerará aceptado si no es rechazado, espameado o derivado a la carpeta de correo no deseado, y ello es debidamente notificado al Remitente. Al aceptar el Saludo, el Receptor se compromete expresamente a asumir el riesgo de felicidad sobre sus propias fiestas. A todo evento el Receptor renuncia a realizar cualquier reclamo al Remitente si las expectativas y los deseos expresados no se cumplen, o incluso si estos se cumplieran y ello generase consecuencias negativas imprevistas.
El Remitente se reserva el derecho de retrotraer el Saludo por causas de ingratitud y/o mal humor en el Receptor. En caso de cancelación, el Receptor no recibirá ningún crédito o compensación, ya sea por el total del Periodo de felicitación o por el tiempo que de él reste. El Saludo no está destinado a ser transferible, y no tiene valor en efectivo. El valor afectivo que ostenta es nulo en caso de retrotracción y/o cancelación. En ningún caso podrá el Receptor alterar el Saludo o publicarlo directa o indirectamente sin el permiso expreso y por escrito del remitente. El Remitente podrá retener dicho permiso por cualquier razón, dentro de la sana discreción del emisor, sujeta a la regla de razonabilidad.
En fin, terminamos aquí con la chanza, parecida a la que hace unos años alguién nos hiciera, y vaya nuestro agradecimiento por haber estado allí durante este 2011 y nuestro deseo de unas muy felices fiestas, con la esperanza de un 2012 jurídicamente estimulante. Salute!