Y finalmente llegó a la Corte!!
Sí, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual llegó a la Corte Suprema y se agigantó el suspenso sobre cómo manejará el Alto Tribunal las presiones recibidas de todos los sectores sobre su destino final. En realidad, poca gente sabe en detalle –periodistas incluidos- sobre el contenido de la ley y cual será su implicancia práctica y concreta en la vida cotidiana. Lo que sí quedó instalado es que se trata de un botín de guerra entre el gobierno y Clarín. Los esfuerzos de sacarla de ese eje han sido, hasta ahora, en vano y veremos si la Corte lo logra (o al menos, lo intenta). También son cada vez menos disimuladas las presiones públicas a la Corte para que resuelva lo antes posible -o para que no lo haga- el asunto. En esta campaña, Página 12 lleva claramente la delantera, no sólo por la cantidad de menciones al tema, por el tipo de títulos, sino por la adjetivación a la que recurren sus articulistas: “es imperioso que la Corte Suprema habilite la aplicación de la Ley”, “vamos a generar las condiciones que permitan la aplicación de la ley”. Página 12 hace un repaso en cómo se llegó a la suspensión de la ley en Mendoza, cuestionando a varios de los magistrados intervinientes en el proceso, pero con un tono triunfalista recorriendo los artículos. Mario Wainfeld insiste con lo que ya sostuvo en un artículo anterior: que la solución es sencilla en términos jurídicos y reconoce con toda honestidad que el fallo será un hecho político más que jurídico: “El caso, sencillo desde el ángulo legal pero pesado por los intereses que afecta, pondrá a prueba la entereza de la Corte Suprema. Según los manuales de Derecho, la resolución es evidente. Pero otros factores juegan en estas partidas”.
Por su parte, Adrián Ventura en La Nación sostiene que “la Corte tiene tres alternativas: desestimar el recurso y dejar en pie la suspensión; revisar el trámite de sanción de las leyes o, esperar, que le arribe a su estudio otro expediente en el que se impugnen algunos artículos por inconstitucionales”. O sea, el infinito y más allá… Al menos eso desliza Ventura desde el título de su columna, con volanta y bajada incluidas: “Pese a las presiones del Gobierno. La Corte tratará sin urgencia la validez de la ley de medios. El tribunal, dispuesto a esperar otras apelaciones”.Por su parte y sin euforia, Clarín se detiene más en la cuestión procesal y en la actuación reciente de la Corte: “Ahora la Corte puede aceptar tratar el tema o rechazarlo. Como criterio general, el máximo tribunal no analiza cautelares, pero existe la posibilidad de que alegue que hay gravedad institucional y analizar el tema. En un caso reciente, el del uso de los DNU para disponer el pago de la deuda con fondos del Central, la Corte hizo saber que no iba a intervenir en una cautelar, sino en la cuestión de fondo”.
K no lee La Nación
La visita de la cúpula de la Asociación de Empresarios Argentinos (AEA) al presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, fue el lunes 26 pero recién el jueves –parece que la AEA misma tardó en comunicarlo- ocupó un lugar entre los titulares de La Nación, consignando entre los asistentes a Héctor Magnetto, cabeza del Grupo Clarín. Ni Página 12 ni Clarín lo mencionan hasta que días más tarde (Clarín en último momento del 1de mayo y Página 12 recién en su versión del domingo 2 y sin mencionar a La Nación sino el artículo aparecido en la revista Noticias) Néstor Kirchner trae a colación dicho encuentro, preocupado porque Magnetto haya ido a presionar por la ley de medios. Destronando a la real aunque dispersa oposición política, Kirchner pone a Magnetto como el principal opositor y reitera que le «preocupa mucho la visita que hicieron aparentemente para intentar presionar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, encabezada por Magnetto y otros empresarios, para hablar sobre el tema de la ley de medios y otros elementos». No descartamos que esta presión haya existido porque no lo sabemos, pero es claro que si hay presiones, las hay de los dos bandos. Kirchner terminó ese día el tema diciendo a una multitud en Paraná, reunida por el día del Trabajador, que “Confiamos en la Corte pero…”, que sonó más a una advertencia, una amenaza que a verdadera confianza. Sólo le faltó decir “ojito, eh??”.
No deja de llamar la atención, en este sentido, una suerte de doble rasero. Mientras algunos consideran aceptables determinadas sugerencias y expresiones, que buscan influir de manera directa y deliberada en qué decidirán los supremos, a la inversa hay otros hechos -que no decimos que no constituyan presiones-, que el gobierno y Página 12 presentan como no-legítimas, tal es el caso de la presión a algún juez de Mendoza, o al presidente de la Corte por parte de los empresarios nucleados en la AEA, a lo que nos referimos más abajo. De la independencia de poderes ni se habla, el debate se centra entre presiones buenas y otras absolutamente pecaminosas.
Pero volviendo al encuentro de los empresarios con Lorenzetti, hay algo que fue llamativo: la exhortación que, según La Nación, hizo el Presidente de la Corte a los empresarios de “empezar a expresar todas sus inquietudes públicamente y no esperar sólo el resguardo de la Justicia”. Tiró a los empresarios a los implacables leones del debate público. Ya no sólo los jueces –al menos éste- no hablan sólo por sus sentencias, sino que apuestan a que la instalación de “los temores [de los empresarios] por la relación entre el Gobierno y las empresas” en la agenda pública podría colaborar en la resolución de dichos problemas, y ya no poner la fe sólo en la justicia. Tampoco mencionó algún otro órgano administrativo o legislativo. Simplemente “expresar públicamente” estos temores.
El indulto a Martínez de Hoz ya “fue”
El otro tema relevante en la agenda de los medios sobre las cuestiones de la Corte Suprema fue que haya declarado la inconstitucionalidad del indulto que le fuera concedido en 1990 por Carlos Menem al ex ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz, funcionario de la última dictadura. El ex ministro volvería a ser juzgado por delitos de lesa humanidad.
El tema fue adelantado el lunes en últimas noticias de Clarín, cubierto extensamente el martes y miércoles por el mismo diario, por La Nación y por Página. Lo que resulta extraño es que Página 12 no lo haya presentado en sus últimas noticias del martes o desde el mismo lunes. Un medio que, más allá de su simpatía con el actual gobierno, tiene entre sus banderas la cobertura de los juicios de lesa humanidad y la condena de los represores, tardó en informar a sus lectores de semejante decisión judicial.
Posteriormente, además de la medida judicial de impedir que Martínez de Hoz pueda salir del país, los medios se hicieron eco de la solicitada del acusado donde denuncia una «persecución interminable». Según Página 12, la solicitada sólo fue publicada por los diarios Clarín y La Nación. Página remarca el contraste del perseguidor que ahora se siente perseguido, lo que no es resaltado por La Nación. Por su parte, Página no transcribe una parte de dicha solicitada que sí publica La Nación: «(…) las presiones a las que son sometidos los jueces por el Poder Ejecutivo y el Consejo de la Magistratura».
Otros temas
– El Reclamo aborigen ante la Corte sólo fue mencionado en Página 12, un diario de escasa circulación nacional. No constituyó noticia para Clarín y La Nación, con más lectores en el interior del país. La reunión con Lorenzetti fue en el marco de un encuentro realizado en Buenos Aires de dirigentes de comunidades indígenas para debatir sobre “el incumplimiento de las legislaciones nacionales e internacionales que reconocen los derechos a la tierra de las comunidades contra el avance de la frontera agrícola sojera, las empresas forestales y de hidrocarburos sobre las recursos naturales que mantienen su modo de vida ancestral”. También tenían la intención –sigue el artículo- de llevarle “su preocupación por “la excesiva lentitud en los procesos judiciales y administrativos” en temas como el “genocidio étnico” que sufre el pueblo toba en El Impenetrable chaqueño y los desmontes ilegales en la provincia de Salta, problemáticas por las que la Corte Suprema ya se expidió en 2007 y 2009, respectivamente”. Sin embargo, el artículo de Página del día siguiente, sólo consigna que el grupo étnico denunció ante la Corte la ineficiencia de los programas que se aplican en el Chaco para resolver los problemas alimentarios, y que los desmontes continúan. No se dice quiénes son los responsables de dichos programas, por lo tanto, los responsables de dicha falencia. Tampoco se menciona los graves problemas enumerados el día anterior. La nota (¿también el encuentro?) terminó con un compromiso casi protocolar del Pte. Lorenzetti con la comunidad chaqueña de “tomar todas las medidas que estén a su alcance para defender los derechos de los pueblo originarios y el medio ambiente”. ¿Qué puede un presidente de Corte Suprema hacer realmente? ¿Podría influir en que los programas deficientes denunciados sean ahora más eficaces? ¿Puede tomar medidas ejecutivas, en este caso serían sancionatorias, sobre los que no están cumpliendo con los fallos? Estas preguntas no fueron hechas por los medios, o si fueron respondidas por la Corte no fueron publicadas. Hubiera sido muy útil.
– La apertura de la Feria del Libro con Lorenzetti como uno de sus oficiantes sólo fue mencionado por Clarín y La Nación. Vemos otra vez al Pte. de la Corte como un personaje público, más allá de su rol al interior del Supremo Tribunal.
– El fallo de la Corte que recayó en el caso Massolo y que mantiene prohibida la indexación no contó con lugar en Página 12, en Clarín recibió un título con fuerte tufillo político (aunque en la misma línea podríamos decir que el silencio de Página fue político) y en La Nación más ceñida al fallo en sí, y por eso mismo, más inentendible.
– También nos llamó la atención que el crítico informe de la ONU sobre derechos humanos en Argentina ni siquiera fuera mencionado por La Nación. Encontró tres artículos en Clarín y uno sólo en Página 12 y a través de un colaborador externo.
Como verán, hubo mucho para leer en estos días.