En toda picada siempre hay un ágil comensal dispuesto a demostrarnos que cuando nosotros fuimos, el ya fue y volvió dos veces (a la cazuelita de aceitunas). Conocedores de sus bondades nutritivas, dominan el arte de disertar sin que la aceituna que tienen en el buche altere su pronunciación y locuacidad. El carozo se expulsa a lo Copperfield, para no sobresaltar a la damas con el innecesario ejercicio de puntería. Luis Beder Herrera, gobernador riojano, sacó chapa de acaparador de aceitunas. Alegando defender la mesa y el trabajo de los riojanos dictó el decreto provincial 240/12 (de imposible acceso por internet) por el cual prohibió que toda aceituna cruda riojana fuera sacada de la provincia durante el año 2012. Los conocedores sostienen que ante una coyuntural escasez de materia prima (por ejemplo para los aceites de oliva) la Rioja intervino para que el producto no le falte a quienes procesan la oliva en la provincia. Nucete, entre muchos otros afectados por la medida riojana, interpuso un amparo para poder llevarse sus olivas riojanas, las que produce y las que compra, a su planta procesadora mendocina. Lo interpuso en Mendoza, que lo derivó a la Corte. En tiempo y forma la Corte siguió el consejo de su procuradora y se declaró competente. Dictó además una medida cautelar (autosatisfactiva) en favor de Nucete y convirtió todo en ordinario. Como es poco probable que el ordinario finalice antes de diciembre de 2012, fecha hasta la cual el decreto atacado extendía sus efectos, y como la cosecha 2012 se produce normalmente entre febrero y mayo, pareciera que a Nucete se le ha terminado uno de los corralitos verdes.
No es la primera vez que esto ocurre. La libreta de antecedentes de la Corte tampoco esta vacía. Por el contrario, en la Causa Molinos Rio de la Plata contra Misiones, la empresa batalló con éxito contra una ley provincial que afectaba el libre tránsito de la yerba mate desde la provincia norteña hacia Buenos Aires. Allí, en diciembre del año 2008, la Corte falló exactamente igual (331:2919) que en esta oportunidad. En tanto en dicha causa no se ha dictado sentencia, la suspensión cautelar subsiste aún hoy; habiendo resistido una pretensión de revocatoria.
Tampoco puede sorprender a los argentinos este reflejo de «primero lo nuestro», ejercido sobre la propiedad «de terceros» y contra quién fuera: nacional, extranjero, co-provinciano, vecinos de otras provincias. La cultura de intervenir en los acuerdos pactados es endémica en nuestras pampas y llega hasta el mercado de aceitunas. Me corrijo, la frase, peyorativa respecto del mercado aceitunero, no se condice con la realidad. Me enteré haciendo el post que se trata de un mercado que exige cuantiosas inversiones y que ha venido creciendo en la República. Argentina destina 70% de su producción de aceitunas envasadas o convertidas en aceite de oliva al exterior, siendo Brasil y EEUU los principales destinos.
Su importancia, empero, no la exime de problemas y riesgos tanto en casa como afuera. Parte de los riesgos políticos locales ya fueron descriptos. A ellos se suman otros riesgos políticos (v.gr. las típicas intervenciones locales a los exportadores y además un proteccionismo local que genera represalias brasileñas), riesgos económicos (crecientes costos locales, justo en un mercado mundial donde la oferta esta superando la demanda con baja de precios) y climáticos (Dios no es siempre argentino y habría un hongo complicando la producción local). Como muestra coyuntural, además de las represalias brasileñas y de los problemas que esas y otras medidas han creado en productoras locales como Nucete, Catamarca declaró la emergencia en el año 2011 para proteger empleos en riesgo por los costos locales crecientes, una cosecha local no tan alentadora y un mercado mundial estancado.
Respecto a éste último, tomando los datos del comercio internacional del «oliveoiltimes» para el semestre 2011/2012, observo que la cosecha tuvo récords de producción en Europa y otras latitudes y que por primera vez la exportaciones de aceite de oliva superaron a las importaciones. Esta vez Argentina contribuyó a esas exportaciones con 10.500 toneladas por debajo de Europa, Túnez, Marruecos, Siria, Turquía y Chile. Respecto a las aceitunas de mesa, la contribución local fue superior en relación a sus competidores por la porción del mercado, ubicándose con 200.000 toneladas exportadas por detrás de Europa, Egipto y Turquía. Más allá de la coyuntura, si se mira hacia adelante, las perspectivas del mercado local que establecen las autoridades locales y levantan las revistas especializadas es que siguen siendo buenas, proyectándose una duplicación de la producción para el año 2020.
Por ahora, y para contestar la pregunta del título, las aceitunas locales no se van en picada. O dicho de otro modo, los productores locales todavía resisten los riesgos propios del mercado y los innecesarios riesgos políticos añadidos. La Corte ha proporcionado su grano de arena para auxiliar a un gran productor y a los que dependen de su actividad. Mucho se puede debatir sobre lo que el fallo no enfatiza, es decir, que se trata de una medida autosatisfactiva y la posibilidad de que ésta se replique a otros múltiples corralitos que asfixian e intervienen actividades comerciales. El turno es de ustedes. Yo me pico una aceituna.
