El 27 de junio, y como surge del reporte que hiciéramos del Acuerdo de dicha semana, la Juez Federal de Comodoro Rivadavia, Eva Parcio, se declaró incompetente para entender en el caso de la violentísima toma y destrucción operativa del yacimiento “Cerro Dragón” por parte de un pequeño grupo de empleados y uno mucho mayor de simpatizantes de “su lucha”, Los Dragones, vinculados a la lista opositora del sindicato oficialista de la UOCRA (aquí se puede ver un análisis del raro episodio en la pluma de Pagni para La Nación).
Agrego algo más. Lo hizo al día siguiente de que once gendarmes de los cientos enviados por el gobierno nacional a controlar la situación, murieron en un accidente en las rutas de Chubut. La presidente vinculó las muertes a los esfuerzos del gobierno nacional por arreglar desaguisados ajenos (¿?) y juró no mandar más ayuda (“no vamos a someter más a la Gendarmería a las responsabilidades que debe tomar la provincia. Los que buscaron un muerto, ya lo encontraron”). Eva Parcio, en inmediata sintonía, entendió que el mensaje de la injerencia federal también la incumbía y encontró en la incompetencia la razón para apartarse, veloz. Su argumento fue escueto: se trata de una afectación a la propiedad privada ajena al Estado Nacional. Ello a pesar de que con el ataque de más de 400 desaforados, además de destruirse la planta y castigarse físicamente a su personal y a más de 30 gendarmes que la custodiaban, se afectó la provisión y el trasporte interprovincial de servicios esenciales (gas). La Corte dijo que le corresponde a la justicia federal seguir con el trámite de la causa porque, según el dictamen del Procurador al que remite, se habría interrumpido un servicio público interjurisdiccional (con cita de Fallos 328:880, el caso “Zubiría”, del 5.4.2005, disputa de competencia entre juez local y federal de San Isidro por el corte de luz por una hora a más de 13.000 usuarios de la empresa Edenor).
La pelota vuelve ahora de su lado en un juego que promete incomodar a más de uno. Para hacer justicia o para no hacerla (¿quien cree en la justicia federal de la Argentina?). Varios temas recurrentes están en escena: “la no criminalización de la protesta”, un propuesta devenida mandamiento que a mi juicio dejó mucho más dolor que bienestar social es (solo) uno de ellos.